Beneficios de la división en vidrio templado

También conocido como cristal templado es un tipo de vidrio de seguridad que ha sido reforzado dando como resultado un material mucho más resistente que el vidrio convencional.

Gracias a su alta resistencia, el vidrio templado ha logrado convertirse en uno de los materiales más utilizados en parabrisas, ventanas, fachadas de edificios, puertas corredizas de cristal así como en las casas y oficinas en forma de muebles de vidrio como escritorios, repisas y muchos más.

La resistencia de este vidrio se debe a que sus partes han sido sometidas a un tratamiento químico o térmico.

Para el caso del tratamiento térmico, el vidrio es calentado gradualmente por sobre su nivel de recocido, hasta una temperatura máxima de 635°C, e inmediatamente después se enfría con aire, de este modo las superficies externas se someten a compresión mientras que las internas son expuestas a la tracción.

Ambas fuerzas provocan que el cristal se comporte de una manera única al romperse haciéndolo de forma granular y no en astillas afiladas.

 Beneficios del vidrio templado

Versatilidad: Tiene gran versatilidad, el vidrio templado puede utilizarse de manera segura para una mesa de centro en la sala, una repisa, la puerta de la estufa, o bien como barandal en una terraza, como cubierta en una galería o como muro perimetral en un edificio.

De gran aguante y fuerza: La resistencia que el vidrio templado posee es realmente inigualable y sorprendente, y aunque no son indestructibles poseen una máxima resistencia a golpes. Estos pueden llegar a ser reforzados para ser de seguridad y así tendrías un tipo de vidrio casi con blindaje.

Seguridad: Como se menciona al inicio de este blog, al quebrarse de forma granulada y no en grandes trozos afilados, un vidrio templado difícilmente puede llegar a herir a una persona, motivo por el cual,  con frecuencia es colocado en lugares donde hay niños y personas de la tercera edad. Otros cristales templados de mayor resistencia protegen contra robos y vandalismo.

También una ventaja que lo diferencia del cristal ordinario es su resistencia a la presión que el viento ejerce en el vidrio, siendo de 780 kg/cm².

Gracias a la calidad superior y el acabado de sus superficies así como a su increíble resistencia mecánica, el cristal templado es la opción ideal para todas aquellas aplicaciones donde sean imprescindibles tanto la seguridad como la estética.